La pandemia ha supuesto el despegue del trabajo en remoto en España. 2021 será el año de su consolidación

De ser algo anecdótico a lograr imponerse casi, casi como tendencia obligada para todo un país. La pandemia ha traído consigo el teletrabajo y aunque aún no llegamos a niveles de otros países europeos, la tendencia al alza es más que evidente.

Según datos del INE, en 2019 el número de personas que trabajaba por cuenta ajena desde casa de forma ocasional o habitual era del 8,3%. Aunque de 2020 no hay datos oficiales todavía, sí se desprende que más de un 22% de la población ocupada tiene la opción del teletrabajo. De hecho, ya se ha legislado sobre ello.

El teletrabajo ha obligado tanto a las empresas como a los trabajadores a acostumbrarse a la situación vigente con el fin de ni perder competitividad ni productividad. Y es, de esta última, de las que más se ha hablado, dado que un estudio publicado de Caixabank Research, destaca que el trabajo en remoto podría incrementarla entre un 1,4% y un 6,2%. ¿De qué manera?

1. Equipos adecuados

Lo primero para que el teletrabajo se desarrolle de manera eficaz es contar con los equipos adecuados. Algo que en gran medida corresponde a las empresas. Porque no sólo se trata de dar a los empleados equipos informáticos, sino de poder disponer de una infraestructura básica para que las comunicaciones entre empresa y trabajador sean efectivas.

2. Protección eficaz

El uso de las herramientas digitales en aumento también ha motivado un creciente número de ciberataques. Esto es algo en lo que incidir sobre todo en las PYMES, quizás más vulnerables. Así pues, establecer protocolos, actualizaciones constantes y sopesar los riesgos, es esencial para asegurar una actividad sin fisuras.

3. Las rutinas, grandes aliadas

Teletrabajar obliga a llevar a cabo una serie de rutinas como si estuviéramos realizando nuestra labor en la oficina: desayunar como habitualmente, hacer ejercicio si lo realizábamos antes, asearse, vestirse…todos estos pequeños «detalles» siempre predisponen al trabajo.

4. Espacio adecuado

Si bien es verdad que durante la pandemia se han improvisado espacios de trabajo en cualquier parte de nuestras casas, lo cierto es que es conveniente crear un lugar donde se logre la concentración, a ser posible aislado del resto de la vivienda y con mobiliario que resulte cómodo, buena iluminación, ventilación y todo aquello que nos ayude a no distraernos.

5. Planificar nuestro día a día

El teletrabajo permite organizar los horarios pero sin olvidar establecer periodos de descanso y cumplirlos escrupulosamente si no queremos caer en el estrés o desviarnos de las tareas verdaderamente importantes.

6. Las distracciones, grandes enemigas

Especialmente si en casa hay niños no siempre es fácil teletrabajar. Pero para que sea eficaz conviene evitar las distracciones posibles procedentes del móvil, las tareas domésticas, etc.

7. La tecnología, nuestra aliada

Aunque hemos comentado que la empresa debe facilitar los medios para trabajar desde casa, nosotros como usuarios de tecnología debemos aprovecharnos de todas las ventajas que nos puedan aportar, como organizadores de tareas, programas de videollamadas y un largo etcétera.

8. No olvidar el trabajo en equipo

Los grandes riesgos del teletrabajo son tanto la soledad como el aislamiento de las personas. De ahí que mantener el contacto con el resto del equipo es muy importante, no sólo para las cuestiones del «día a día» sino como método para mantener a raya el “síndrome del náufrago”. A nivel virtual, el distanciamiento puede llegar a ser menor si nos lo proponemos.

9. Reuniones a distancia

Son esenciales para mantener una comunicación fluida y que permita mantener los niveles de colaboración idóneos. De ahí que disponer de los medios técnicos adecuados es vital, pero además de todo aquello que contribuya a que la reunión sea un éxito. Incluso, prever diferentes escenarios por si, ante una reunión importante, nos quedamos por ejemplo sin conexión a internet.

10. Saber poner límites

No saber desconectar del teletrabajo es algo que hay que aprender a hacer. Seguir un horario es tan importante como parar y desconectar. Teletrabajar nos ha de permitir ser más productivos pero no por ello dedicarle más horas. Ser eficientes se puede conseguir dentro del horario laboral porque al final todo acaba por influir en nuestro rendimiento.

En Crambo ayudamos a las empresas a que consigan la flexibilidad, agilidad y colaboración con los equipos que se encuentran en remoto para el buen funcionamiento y mejora de procesos. Consúltanos.