Los espacios deben ser lo suficientemente flexibles como para permitir a los estudiantes avanzar en la nueva normalidad

«La arquitectura es la historia de cómo nos vemos a nosotros mismos», dijo en cierta ocasión el arquitecto estadounidense Thom Mayne. Y podría también haberse referido al diseño de las aulas. Cada espacio en universidades o centros educativos cuenta una historia a los estudiantes y al profesorado: qué habilidades son las más importantes, qué métodos de enseñanza se valoran más y qué tipo de alumnos se pretende formar.

En tiempos de COVID, contar esa historia se ha vuelto más complejo y desafiante que nunca. Los espacios deben ser lo suficientemente flexibles como para permitir a los estudiantes avanzar en la «nueva normalidad», y poder afrontar todo lo que venga después. También deben ayudar al profesorado a reinventar la experiencia de enseñanza y el aprendizaje, pero sin perder la esencia.

No existe una receta única para diseñar un aula de aprendizaje activo, especialmente en la actualidad pero no hay que perder de vista unos “must have” que no pueden faltar para que estos espacios cumplan con la finalidad deseada.

Los must have que no pueden faltar en tu aula

Mobiliario móvil y modular

Es conveniente elegir  opciones flexibles que admitan la mejor adaptación a las necesidades cambiantes. Mesas con ruedas o sillas giratorias son muy útiles tanto para el trabajo individual como en grupo, así como para llevar a cabo  miniconferencias o presentaciones en el aula. También permiten separar a los alumnos para cumplir los requisitos de distanciamiento y volverlos a reunir cuando la pandemia finalice. Es importante probar cómo funcionan las distintas configuraciones dentro del aula (¿cómo es la visión cuando los pupitres de los alumnos están separados? ¿Con qué rapidez pueden formarse los grupos?) La opinión de del profesorado y estudiantes es clave. Los diseños modulares facilitan la posibilidad de seguir añadiendo y ajustando mobiliario sin excesivas complicaciones. Ello permite que el espacio sea algo vivo en constante evolución según las necesidades del momento.

Colaboración desde el asiento

Facilita el trabajo conjunto de los alumnos (siempre que los requisitos de distanciamiento lo permitan). Piensa en mesas circulares o triangulares, o en pupitres individuales que puedan juntarse. La clave es promover la conversación y la comunicación, y enviar el mensaje de que los estudiantes van a aprender unos de otros. Aunque los alumnos no puedan sentarse juntos en este momento, elige opciones que permitan una colaboración más estrecha en el futuro.

Cuidado con un error simple pero común: un aula abarrotada. Si está demasiado llena, las transiciones serán demasiado largas y frustrarán a todos. Debe ser rápido para que los estudiantes se muevan en grupos de trabajo productivos.

Soluciones sencillas para las conferencia

Es muy útil equipar el aula con herramientas de audio y videoconferencia que permitan el aprendizaje híbrido (alumnos en presencial y remoto). No sólo para tiempos de pandemia, sino también para el futuro para que nada pare la normal actividad de un estudiante por una enfermedad u otro impedimento. Asegúrate de que las soluciones que eliges capturan todo lo que ocurre en el aula, no sólo al profesor.

En cuanto a las soluciones de audio, busca opciones que ofrezcan una cobertura total de la sala, de modo que no sea necesario que los estudiantes se acerquen a un micrófono para poder ser escuchados. También es útil la autocalibración continua, para que el personal IT no tenga que hacer ajustes manuales cuando se cambie de espacio. (Los sistemas Nureva te ayudan a conseguir una comunicación fluida).

Iluminación adecuada

Siempre que se pueda, elige espacios que tengan luz natural y vistas. Se ha demostrado que esto favorece el aprendizaje. Si no tienes esa suerte, intenta conseguir luces que funcionen con un regulador de intensidad. Incluso puedes añadir lámparas para suavizar el ambiente. Si las sesiones de clase se graban o se transmiten a través de Zoom o Google Meet, asegúrate de que las personas que intervienen están bien iluminadas, ya que esto ayudará a aumentar la participación.

También es posible utilizar el color en beneficio propio, y no sólo para hacer que el espacio sea atractivo. Prueba a codificar por colores determinados muebles o tecnología, para que resulte sencillo devolver una sala a su estado estándar después de haberla reconfigurado.

Espacio de trabajo adicional

Asegúrate de que los alumnos tengan suficiente espacio para trabajar en sus ideas y planes. Cubre las paredes con notas adhesivas y papel milimetrado. Convierte los tableros de las mesas en pizarras para ofrecer a los grupos de trabajo otras formas de compartir ideas. Y si dispones de tecnología, apuesta por las pizarras interactivas y otras plataformas de colaboración en tiempo real a las que se pueda acceder desde cualquier lugar. El software debe estar basado en la nube y disponible en los dispositivos que más utilicen tus alumnos (ordenadores portátiles, tablets y móviles).

Herramientas pensadas para el estudiante

Equipa a los estudiantes con opciones que mejoren el trabajo de sus proyectos. Considera aquellas aplicaciones que faciliten que varios estudiantes editen un documento al mismo tiempo o  un software de colaboración que ofrezca a los grupos un espacio digital compartido para que puedan aportar más ideas. Asegúrate de que los estudiantes sigan teniendo la oportunidad de trabajar en estrecha colaboración, aunque no estén en el mismo aula.

Y sobre todo que les resulte sencillo compartir su pantalla o presentar ideas desde cualquier lugar. Hacer que los estudiantes tengan que lidiar con la conexión de su portátil a otra pantalla sólo ralentiza las cosas. Y en la realidad actual, hacer que los estudiantes se muevan de lugar para que puedan ser escuchados adecuadamente no siempre es aconsejable.

Acceso a lo esencial

Y por último, y no por ello menos importante: coloca más tomas de corriente para los portátiles de los estudiantes de las que crees que necesitas y añade estaciones de carga para los teléfonos. Que la conexión Wi-Fi sea rápida y fiable. Que nada impida a los estudiantes estar preparados para aprender.